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Título original: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, según Covey

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, pero con un toque humorístico

Introducción

En pleno siglo XXI, la productividad es uno de los aspectos más valorados en el ámbito laboral y personal. Sin embargo, ¿sabías que la efectividad no solo depende de la cantidad de trabajo que realizas, sino de cómo lo haces? Stephen Covey, autor del reconocido libro «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva», nos enseña a trabajar de manera más inteligente y no más duro.

Hábito 1: Ser proactivo

Ser proactivo significa tomar el control de tu vida y de tus decisiones. En lugar de esperar a que las cosas sucedan, ¡haz que sucedan! En otras palabras, ¡no seas un pez muerto en el agua! Aunque esto no significa que debas sentirte culpable por tener días en los que te falta energía o motivación.

Ser proactivo también significa evitar la culpa constante. Si algo sale mal, en lugar de culparte, piensa en soluciones. Por ejemplo, en lugar de decir «Soy tan tonto, ¿cómo pude olvidar mi aparato en casa?», piensa «Se me olvidó el aparato en casa, ¿qué puedo hacer para no llegar tarde a la reunión?».

Hábito 2: Comenzar con un fin en mente

El segundo hábito se refiere a tener una visión clara de lo que quieres lograr. Escribir tus metas o aspiraciones es una buena forma de empezar. Pero no te engañes, no escribas en un papel «Quiero ser rico» y esperes que se haga realidad en un abrir y cerrar de ojos. Debes ser específico y realista ¡:no puedes hacerte rico simplemente comiendo palomitas de maíz en tu sofá!

Ahora… ¡Atrévete a soñar! Imagina un futuro en el que hayas alcanzado tus metas. Hazte preguntas como: ¿Cómo es mi vida en este futuro? ¿Qué cambios he hecho para lograrlo? Una vez que tengas una idea más clara, trabaja hacia ese objetivo. ¡Puedes lograrlo!

Hábito 3: Poner primero lo primero

Este hábito se trata de establecer tus prioridades. No te centres en los plazos cercanos, sino en tus objetivos a largo plazo. Una forma de hacerlo es asignar tareas según su importancia y urgencia, en una matriz llamada «matriz de Eisenhower».

Esta matriz se divide en cuatro cuadrantes. En el primer cuadrante, pon las tareas importantes y urgentes, es decir, aquellas que debes hacer de inmediato. En el segundo cuadrante, pon las tareas importantes pero no urgentes ¡:no te olvides de que a largo plazo son igual de importantes! En el tercer cuadrante pon las tareas urgentes pero no importantes ¡:trata de delegar estas tareas si es posible! Finalmente, en el cuarto cuadrante, pon las tareas no importantes ni urgentes ¡:esta es la oportunidad perfecta para relajarte un poco y hacer algo que te guste! ¡No todas las tareas necesitan ser tediosas!

Hábito 4: Pensar en ganar-ganar

A veces nos enfocamos tanto en nuestros objetivos y metas, que olvidamos que también hay otras personas a nuestro alrededor trabajando hacia sus propias metas. El cuarto hábito trata de esto. Busca encontrar una solución que beneficie a ambas partes. Es cierto que a veces es imposible, pero la mayoría de las veces, se puede llegar a un acuerdo mutuo.

Recuerda que lograr un objetivo en solitario puede ser gratificante, pero hacerlo en equipo puede ser increíble.

Hábito 5: Escuchar primero para entender

Pasa horas hablando de ti mismo no es el camino para construir relaciones correcta y efectiva. En lugar de hablar de ti mismo y de tus ideas, escucha a las de los demás primero. Recuerda que cada persona tiene una perspectiva única sobre los temas y tomar en cuenta estas perspectivas es clave para tener un equipo efectivo.

También se trata de evitar saltar a conclusiones, no hacer suposiciones, tratar de entender antes de juzgar. Después de todo, la empatía es fundamental para entender mejor a las personas que te rodean.

Hábito 6: Sinergia

El sexto hábito se trata de trabajar en equipo para lograr objetivos más grandes que los individuales. Piensa en una orquesta: Cada miembro tiene un papel diferente, pero todos juntos crean música hermosa. Entonces, en lugar de solucionar los problemas de forma individual, piensa en solucionarlos en equipo.

Recuerda que colaborar con las personas adecuadas y unir fuerzas es el camino para lograr objetivos grandes y desafiantes.

Hábito 7: Afilar la sierra

Este hábito trata de cuidar de ti mismo. El trabajo duro y constante es admirable, pero no muchos pueden mantener ese ritmo sin sufrir efectos secundarios en su propia salud. Necesitas tiempo para descansar, relajarte y recargar tus energías. Además, debes dedicar tiempo a hacer cosas que disfrutes para mantener la inspiración y la creatividad.

Piensa en tu cuerpo como una sierra. Para trabajar eficientemente, tu sierra necesitas ser afilada y manteniendo en óptimas condiciones. Si estás descuidándote, tu sierra se embota y no puedes esperar producir con eficiencia y efectividad.

Conclusiones

¡Estos son los 7 hábitos según Covey! Pondrás en práctica este hábitos? Comenzará a usar el cuadrante de Eisenhower y dejarás más tiempo para las tareas no urgentes, permitiéndote disfrutar de tu trabajo? ¿Aprenderás a escuchar a tus compañeros, colaborar más y hacer música juntos?

No hay tiempo mejor que el presente ¡para comenzar a ser más efectivo! Y recuerda, ¡no todo en el trabajo es tan serio! Un poco de humor también es una forma efectiva de mejorarlo. 😉