¡Atención! ¡Alerta cliché!
El mundo está lleno de ellos, y en el mundo de la escritura no es la excepción. Si estás pensando en escribir una novela, un cuento o incluso un artículo, es necesario que estés al tanto de los clichés que invaden el mundo literario.
No solo es importante evitarlos, sino también encontrar maneras creativas de subvertirlos o jugar con ellos. Estos son algunos de los clichés más comunes y cómo darles un toque de originalidad.
1. El héroe con un pasado oscuro
Este es un cliché clásico en la literatura de acción o aventuras. El protagonista es un hombre o mujer con un pasado oscuro, que ha sufrido mucho y que por eso se ha convertido en el mejor en su campo. Es importante aquí buscar maneras de desarrollar el trasfondo del personaje de manera original, en vez de simplemente hacerlo parte de su “coolness”.
Ejemplo: en vez de hacer que tu héroe tenga un pasado traumático que lo convierte en un asesino despiadado, haz que sea por ejemplo un asesino retirado que ahora se dedica a arrepentirse de sus crímenes y a ayudar a los demás a encontrar la redención.
2. El triángulo amoroso
Este es un cliché muy socorrido en la literatura romántica, y a menudo se siente como una trama floja destinada a mantener la tensión emocional. Una manera de subvertirlo o hacerlo interesante es centrarse en las relaciones que no sean románticas, y dar más peso a la amistad, el trabajo en equipo o incluso la rivalidad.
Ejemplo: en vez de tener a dos personajes rivales por el amor de uno, haz que la tensión romántica sea entre un personaje y su mejor amigo que secretamente lo ama. En vez de una lucha por un ideal romántico, tienes la lucha por la lealtad y la amistad.
3. El personaje “no como los demás”
Este es un cliché común en la literatura Young Adult, en la que el protagonista es una especie de paria social, marginado por su rareza. En lugar de limitarse a dibujar al personaje como un caricatura de un adolescente transtornado, nuevamente conviene buscar formas de construir los rasgos de la personalidad de manera coherente y original.
Ejemplo: sigue el cliché pero haz que el personaje tenga una habilidad o una perspectiva única que le ayude a superar su marginación social. Haz que su anomalía le de una ventaja en la historia. O más aún, haz que se dé cuenta de que en realidad no es tan raro como piensa, y que los demás también tienen sus problemas.
4. El villano unidimensional
El villano típico no tiene motivaciones claras y resulta ser poco más que un agente del mal por el mal mismo. En lugar de eso, se le puede dotar de cierta complejidad o usar algún truco para sorprender al lector.
Ejemplo: hacer que el villano tenga una motivación compleja, en la que su acción es la respuesta a una injusticia que él o su familia sufrieron. También se puede jugar con la ambigüedad moral; hacer que el villano dude de sus acciones, o que sea un mal menor ante una amenaza aún peor.
5. La profecía
Este es un cliché común en la literatura fantástica. Se recurre a una profecía para sentar las bases de la trama, lo que resulta a menudo predecible. Una forma de evitarlo es jugar con los tonos, en vez de darle una importancia excesiva.
Ejemplo: hacer que la profecía sea más bien un mito que la gente utiliza para explicar la historia del mundo, pero que en lugar de ser premonitoria es simplemente alegórico. O jugar con la idea de que la profecía en realidad se refiere a algo completamente diferente a lo que la gente piensa.
Nunca está de más recordar que la clave para una buena literatura es la originalidad, y que los clichés deben ser evitados o administrados con cuidado. Sé creativo y encuentra formas de darle un giro a los tropos más trillados de la literatura. ¡El reto está en tus manos!