En Occidente, pintamos con luz pero en Japón, copian la verdad
¿De dónde viene el término shashin?
Historias detrás de las palabras
La fotografía es un arte que se ha extendido a lo largo y ancho del mundo, y con ella, también se han extendido las palabras que la describen. Aunque en muchos países se utiliza el término «photographie», muchas lenguas utilizan diferentes términos para describir una imagen. Por ejemplo, en Japón la fotografía se llama «shashin», un término que tiene una historia muy curiosa detrás.
Para entender la palabra «shashin» es importante conocer un poco de su historia. En Occidente, el término «photographie» se popularizó gracias a John Herschel, pero su origen viene del griego antiguo «phôtós» (que utiliza o viene de la luz) y «gráphô» (pintar o dibujar), por lo que fotografía significa literalmente «pintar con luz».
Sin embargo, en Japón la cosa es muy diferente. La palabra «shashin» está compuesta por dos caracteres, «sha» que se refiere al acto de copiar o reproducir algo, y «shin», que se refiere a la verdad. Por lo tanto, en Japón no se dice «tomar fotografías», sino «copiar la verdad». Un término mucho más pragmático y terrenal que «pintar con luz».
Cabe destacar que la palabra shashin no fue utilizada inmediatamente para describir la fotografía en Japón. En un principio se tradujo literalmente como «dagereotaipu», siguiendo la moda transcribir los términos occidentales al katakana.
Pero la historia de la palabra «shashin» no termina ahí. El término encuentra sus raíces en el chino, donde los caracteres «xiě» y «zhēn» tienen un significado muy similar al japonés. Y es que la fotografía llegó a China pocos años después de su invención en Francia, y desde entonces comenzó a popularizarse. Pero la palabra «xiezhen» no se limita únicamente a la fotografía, sino que es un concepto fundamental en la teoría del arte y la pintura en China.
En resumen, mientras en Occidente pintamos con luz, en Japón copian la verdad. Este es el resultado de una diversidad cultural que se deja ver incluso en las palabras que utilizamos. Y aunque la palabra se haya adulterado un poco en su camino hacia Japón, sigue siendo un reflejo de la forma en que cada cultura entiende el mundo a su alrededor.