El maravilloso mundo de las redes sociales
Las redes sociales llevan ya muchos años entre nosotros y parece que han llegado para quedarse, aunque nunca se sabe. Cosas más raras se han visto en internet.
Lo que es indudable es que han cambiado nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos. Ya no hace falta enviar cartas (¿quién recuerda eso?) ni hablar por teléfono (¿para qué si puedes mandar un mensaje de WhatsApp?).
Pero, ¿qué es lo que hace que estas redes sociales sean tan adictivas? Vamos a repasar algunas de sus funciones.
1. Los likes
Seguro que has sentido esa pequeña descarga de dopamina al ver que alguien has dado un like a tu foto o comentario. Es como una palmadita en la espalda del ego, ¿verdad?
Pero, cuidado, porque también es fácil caer en la espiral de los likes. ¿O es que no conoces a alguien que se pasa el día publicando fotos y esperando a ver cuántos likes recibe?
2. Los amigos virtuales
Los amigos de verdad aquellos que están a tu lado en los buenos y malos momentos. Pero los amigos virtuales también pueden ser muy importantes en nuestras vidas. ¿Quién no ha hecho una amistad a través de Twitter o Instagram?
Eso sí, hay que tener cuidado con creer que esa amistad es igual a la de alguien que conoces en persona. Hoy en día, no es difícil encontrar perfiles falsos o gente que se hace pasar por quien no es.
3. Las historias
¿Te has dado cuenta de que cada vez hay más gente que utiliza las historias de Instagram o Facebook para compartir su día a día? Puede parecer una tontería, pero para muchas personas es una forma de sentirse cerca de sus seguidores.
Si tú también eres de los que publica historias, recuerda que algunas cosas deberían quedarse en privado. Sí, hablo de ese vídeo en el que sales haciendo el tonto en la fiesta de la empresa.
4. Los grupos de WhatsApp o Facebook
Gracias a estos grupos, podemos mantenernos en contacto con amigos y familiares sin la necesidad de estar llamándolos todo el rato. También son útiles para organizar planes o ponerse de acuerdo en temas como los regalos de Navidad.
Pero, ¿quién no ha sufrido alguna vez un grupo que no para de sonar en todo el día? Y, lo peor de todo, esos mensajes sin sentido en los que parece que la gente compite por ver quién es más gracioso.
5. Los filtros
No podemos hablar de redes sociales sin mencionar los filtros. ¿Recuerdas aquellos años en los que había que aprender a usar Photoshop para mejorar tus fotos? Ahora solo tienes que aplicar un filtro y listo.
Eso sí, cuidado porque a veces los filtros pueden jugar una mala pasada. ¿No te ha pasado alguna vez que te ves tan guapo con el filtro que luego te ves en el espejo y te preguntas quién es esa persona?
En definitiva, las redes sociales tienen su parte buena y su parte mala. Lo importante es saber utilizarlas de forma responsable y no dejarnos arrastrar por la vorágine de likes y seguidores.
Así que, si necesitas desconectar un poco de la pantalla, siempre puedes buscar a esa persona a la que llevas tiempo queriendo llamar y darle una sorpresa. Esos momentos de conexión real no tienen precio. Además, siempre puedes subir una selfie juntos a Instagram después.